Estuve aproximadamente 3 horas seguidas entrenando. Iba a seguir cuando una serpiente gigante venia directo a mi.
-¡Diablos!.-mascullé cuando sentí que mordían mi tobillo, cuando repare en eso lancé una shuriken directo al punto débil de la asquerosa serpiente matándola al instante. Inmediatamente miré hacia la pequeña serpiente que había mordido mi tobillo y solo la arroje hacia otro lugar para no matarla.-¡Joder! primero se acaba el cereal en casa y ahora me muerde una serpiente, ¿que vendrá después? ¿que un perro se termine mi helado de chocolate?.- maldecía por lo bajo mi día mientras me sentaba bajo un árbol.- ¡auch!.- dije adolorida mientras veía mi herida.- genial, no tengo vendas ni nada para curar un poco mi herida, y lo peor es que... ¡Tengo hambre!.-decía mientras inflaba mis mejillas a forma de un gesto muy infantil.